Bilingüismo
El hecho de cambiar de país de residencia puede suponer una diferencia fundamental en la economía y modo de vida de las personas que buscan un futuro mejor o nuevas experiencias. Sin embargo, uno de los aspectos que más se ve afectado es el ámbito cultural ya que, en muchos de los casos de migración, existe un abismo notable entre las diferentes culturas que cuesta superar. Los siguientes puntos desarrollarán y explicarán los conceptos principales relacionados con este tema.
El fenómeno de aculturación, que es la transición que los individuos atraviesan cuando cambian de una cultura a otra, cuenta con una gran variedad de resultados debido a los diferentes impactos que ambas culturas pueden tener sobre la otra. Estos son:
Sin embargo, durante esta dura transición hacia la adaptación cultural, los individuos también pueden sufrir lo que es conocido como choque cultural, debido a los cambios abrumadores que se pueden presentar. Este proceso tan ‘chocante’ se manifiesta de forma diferente en cada persona, y puede dividirse en cinco fases:
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Fase de la Luna de Miel: en un primer momento el individuo experimenta una gran sensación de euforia y entusiasmo ya que todo es completamente nuevo y llamativo, todos los cambios se encuentran como un reto personal bastante fascinante.
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Fase de la Angustia: tras los síntomas de adrenalina mencionados anteriormente, el individuo comienza a sentirse triste, e incluso algo asustado ante la nueva situación; el hecho de estar lejos de su familia complica las cosas y es cuando aparece el sentimiento de soledad y angustia.
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Fase de la Reintegración: el individuo pasa de una posición melancólica a un estado de ánimo más hostil; experimenta frustración y rechazo sobre el ambiente en el que se encuentra e incluso hacia las personas que le rodean. Esto provoca que se sienta enfadado y desmotivado, hasta el punto que detesta su nueva vida mientras idealiza aquella que tenía en su antiguo hogar.
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Fase de la Autonomía: tras experimentar dichas emociones negativas, el individuo alcanza el primer paso en el camino hacia la aceptación; se convierte en una persona más segura de sí misma y entonces se siente suficientemente motivada para superar cualquier obstáculo y solucionar cualquier problema.
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Fase de la Independencia: finalmente el individuo alcanza la última fase, en la que comienza a apreciar las diferencias y similitudes que existen en la nueva cultura como una ventaja hacia el crecimiento personal y la madurez; se siente adaptado y cómodo en lo que ahora se ha convertido en su ‘nuevo hogar’.
